Cuando compramos huevos, sobre todo si son huevos camperos, podemos encontrar que tienen en la superficie restos de excremento, tierra o incluso plumas. Esto lleva a que puedan contener muchas bacterias y gérmenes que querremos eliminar antes de cocinar o cascar el huevo para evitar posibles contaminaciones hacia el interior pero, ¿hacemos bien en lavar el huevo? No es una cuestión tan fácil como parece.
Aquí os damos algunos consejos y opciones a la hora de limpiar el huevo para que no haya contaminaciones:
– Si el huevo presenta alguna grieta o rotura, lo mejor es desecharlo ya que las bacterias que hay en la cáscara han podido pasar al interior.
– Podemos limpiarlo en seco con un estropajo o esponja en caso de que no presente demasiada suciedad. Para facilitarnos el trabajo, podemos humedecerlo un poco.
– En caso de querer limpiarlo más a fondo, podemos hacerlo con agua tibia y jabón o detergente pero hay que tener siempre en cuenta hacerlo justo antes de consumirlo ya que si lo lavamos la cutícula, la capa protectora del huevo, queda afectada haciendo al huevo más sensible a que las bacterias pasen al interior y, cuanto mayor tiempo transcurra, mayor probabilidad de contaminación hay.
Si queremos lavar un huevo lo mejor es hacerlo justo antes de consumirlo para evitar contaminaciones hacia el interior.
Otro consejo es nunca cascar el huevo en el mismo recipiente que se usará para batirlos o cocinarlos para evitar que los gérmenes de la cáscara entren en contacto con dicho recipiente y se contamine. Y recuerda siempre que deben estar almacenados en el frigorífico para evitar acortar su fecha de consumo.